Chopin

lunes, 14 de febrero de 2011

sábado, 12 de febrero de 2011

Empezando...



Oxímoron, una fascinación antigua. Una paradoja, y, entre muchas otras cosas, un poder subversivo. Un recurso más para encontrar mecanismos gratuitos y universales de creatividad, de placer fuera del alcance de los peajes impúdicos de la SGAE y el mercado.
Por ejemplo, decir que la "industria cultural" es un oxímoron ¿no es acaso subvertir el sentido de esta patraña interesada? Efectivamente, decir que es un oxímoron invita a reflexionar y a colocar el vocablo "negocio" en el lugar de "industria". Y, del hilo al ovillo... Patraña interesada podría ser una redundancia, pero sólo aparentemente pues ambas voces tienen distinto significante en el binomio. "Patraña" tiene aquí un sentido general pero "interesada" tiene un significante nominal de un gremio muy concreto no carente de ejemplos y que vamos a procurar disfrazar lo justo pues sabemos dónde empieza y dónde acaba el código penal; hay mafias legales (esto no es un oxímoron, mire Vd. por dónde) que viven de lo que la industria cultural (digamos a partir de ahora "negocio cultural") disfraza y cuyos capos pueden alcanzar sueldos mensuales de 24.500 euros de 2011.
Seguiremos oximoroneando, y más. Y ahora permitidme una figurilla infractora para acabar de empezar, un plagio: vale.